
El coño de mi novia, dejando a un lado esos miedos inculcados por la televisión, es un coño de veinte años, los mismos que su propietaria, peludo y de ascendencia plebeya, barrios de Malasaña o Chamberí. El coño de mi novia es un coño violento, de una zoología más crustácea que molusca (y los gourmets me entienden), aunque a ella le desagrada que dé tantos detalles, por si alguien la fuese a identificar (¿quién, me pregunto, si yo he sido su primer novio?)".
*Fragmento Inaugural.
0 comentarios:
Publicar un comentario