Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde

martes, 27 de julio de 2010

Here comes the Dragon.



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viernes, 23 de julio de 2010

Ecce Homo (carta a mi padre)


Mi padre es ateo.


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martes, 20 de julio de 2010

La venida de los Insurgentes (o cómo ser provocador de oficio).



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martes, 13 de julio de 2010

"Shalom París". Crónica parisina. "La Mosca en la red"



“Ilumina nuestra sabiduría, para que no se extravíe hacia la izquierda o la derecha del camino...Mantén los ojos de ver la falsedad, líbranos del error...Enseñar a hablar con nosotros, nunca nos puede decir una cosa contra tu voluntad”

DAVID SINTZHEIM
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domingo, 11 de julio de 2010

Conte de fées.








He aquí el primer poema en francés que aprendí a los 14 años. Aún le amo.

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lunes, 5 de julio de 2010

Final de partida o Pare de reír.








“No hay nada más divertido que la infelicidad” -Nell-

Mi amigo Rafael Tonatiuh y yo asistimos el pasado fin de semana a la puesta en escena de la obra de teatro Endgame de Samuel Becket en  la Compañía Nacional de Teatro. Endgame o Final de partida, es una deslumbrante puesta en escena que resalta por su cuidada estética y argumento ambos apocalípticos, así como por la impecable ejecución actoral de la mano de Claudio Obregón (finísimo y poderoso actor) y Diego Jáuregui (actor dotado de una vena cómica impresionante). Exquisito guión, imágenes enfermizas, obsesivas y decadentes. Nula esperanza, pérdida absoluta de amor y compasión. Pinceladas de Opera Rock, humor y sarcasmo retorcido. Poesía negra.

El dramaturgo irlandés Samuel Beckett (Esperando a Godot) escribió esta pieza en 1957 convirtiéndola de inmediato en objeto de culto. De tal suerte que hoy día existen innumerables adaptaciones teatrales, cortometrajes, animaciones, parodias y hasta versiones fílmicas. Incluso, circula una verdadera joyita: la brillante adaptación televisiva interpretada por Michael Gambon y David Thewlis estrenada en el año 2000.
La historia es un drama de sólo un acto, cuatro personajes en escena. Dos protagonistas. Hamm (Obregón) y Clov (Jáuregui). Amo y sirviente. Crímen y castigo. Maldad y rencor. El perfecto círculo vicioso.  Almas y cuerpos retorcidos.

Hamm abusa del dominio que ejerce sobre Clov, mientras que este último, hace lo propio con los padres de Hamm y que sobreviven con ambas piernas amputadas en contenedores de basura: Nagg y Nell (Octavio Michel y Gabriela Nuñez.) Obra atemporal, sin referencias a tiempo o espacio, pero puede percibirse un inconfundible tufo post apocalíptico. No hay mundo, no existe luz o paisajes. El gris del exterior puede apreciarse en el reflejo infame de lo que se adivina, los últimos sobrevivientes de un mundo muerto.

El veterano director de esta puesta en escena, Abraham Oceransky nos comparte : “Después de tantos años de ser y vista por miles y de ser representada de mil maneras, persigo la sencillez de fotos superpuestas con memorias de desolación y con un poco de esperanza, deseando que después de la flor no haya más Apocalipsis, o que el nacimiento de un niño niegue todas las muertes, y que la destrucción que está afuera y la violencia que espera al abrir la puerta, sean sólo fantasmas de un juego que inventó Beckett para que no se atreva a abrir la puerta de mi cuarto y quiera salir…o tal vez sí.”

Leyendo lo anterior, no es difícil imaginar que esta pieza teatral consiga en el espectador un ánimo de brutal melancolía, pero el mayor logro de esta adaptación (impecable trabajo del mismo Claudio Obregón) es construir una lograda y muy sórdida ambivalencia desoladora fronteriza con el  humor más irresistible. 
Justo al término de la obra, nos topamos con Oceransky, Fernando Rivera Calderón y Belinda Rascón. Intercambiamos saludos, abrazos y felicitaciones entusiastas al talentoso director.

Decidimos escapar a comer a un restaurante sugerido por Rafael Tonatiuh (hay referencia de esta maravilla de lugar en su columna de Milenio, no se la pierdan) en compañía del hilarante Juan Alberto Vázquez. Juro ante todos los Dioses que existen, que algún día escribiré acerca de las  confesiones que surgieron en esa mesa. Sólo puedo adelantarles algo: ya existe delfín para suceder a Carlos Monsiváis. Su nombre se esconde en estas líneas. El tiempo nos dará la razón.

Amo los placeres sencillos. Teatro. Comida. Sobremesa. Deliciosa compañía.

Después de espantar a la fina clientela con nuestras groseras carcajadas, Juan nos pidió solemnemente “Ya, paren de reír”

No la jodas Juan…del humor somos, la risa es nuestra gratuita virtud. El mundo luce tan desolador. Sin piernas, sin futuro y sin destino, lo seguiremos intentando.

Existen días para olvidar y otros que sirven para volver a ellos una y otra vez en su habitación permanente de nuestra indeleble memoria. El sábado fue de estos últimos. Ya dije que amo los placeres sencillos, pero amo más, mucho más a mis amigos.


América Pacheco. @amerikapa

La compañía Nacional de Teatro se ubica en Francisco Sosa 159, Barrio de Santa Catarina, Coyoacán, México, D.F.
 http://www.conaculta.gob.mx/sala_prensa_detalle.php?id=5513
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sábado, 3 de julio de 2010

No haga caso, son rumores.


Existe una película que considero una de las más logradas en la última década: Old Boy (Park Chan-Wook). Old Boy es un trepidante y finísimo film coreano cuya premisa básica es la venganza motivada por el daño irreparable provocado a un tercero. Escena climática: nuestro trágico héroe Oh Daesú (Choi Mink-Sik), hombre común y padre de familia, descubre que su incomprensible secuestro de 15 largos años en una vulgar prisión de seguridad,que la acusación  injusta  del asesinato de su esposa, el destierro  violento de su apacible vida, así como la privación total de su libertad y de cualquier tipo de contacto humano, tiene una razón de solo siete letras: un rumor. Un inocente rumor que con ligereza dejó escapar en su adolescencia y cuyo impacto destrozó vidas y almas. Después de crear en el espectador un ánimo de total empatía, así como el deseo de que al final de la odisea y búsqueda frenética nuestro mártir protagonista propine una ejemplar venganza sobre el cruel ejecutor de su desgracia -un brutalmente encantador Woo-Jin (Yu Ji-Tae)- la magistral vuelta de tuerca del director y guionista,  nos ofrece una apabullante disyuntiva: ¿es Daesu héroe o verdugo?

Todo lo anterior viene a cuento, por el brote de información emanado de twitter sobre la trifulca del vergonzoso Miguel Gómez Mont (el tristemente célebre ex secretario de FONATUR y hermano incómodo del aún más incómodo Fernando Gómez Mont, al término del partido México-Argentina en el mundial de Sudáfrica)  mismo que cobró una tesitura interesante ya que de inicio circuló la versión de que el autor de la agresión a la esposa del Guille Franco y demás familiares de jugadores de la selección, habían sido “los hijos” del secretario de SEGOB. Al paso de las horas se aclaró el hecho de que no fue su hijo (el único vástago de FGM es una niña de 10 años), sino su hermano. Durante casi 24 horas los internautas multiplicaron la imprecisa nota de los “rijosos hijos” del funcionario en forma exponencial. Es un tema delicado el adjudicar responsivas sin antes verificar la fuente o los hechos reales, puesto que no es lo mismo que digan “borrachos” o “rateros” a mis hermanos que a mis hijos. Las redes sociales son caldo de cultivo de la  información express, del grito desesperado y de la febril pasión espontánea. Twitter, no es nada más un simple ejercicio de esparcimiento, es también un arma poderosa de comunicación gratuita y con alcances insospechados. Razón de sobra para darle su justa dimensión así como pronóstico reservado.

Hace unas semanas decidí irme de viaje y hacer un experimento de forma paralela. Dejé un mensaje en Facebook y twitter con la patraña de que me marchaba a la Franja de Gaza como corresponsal de guerra. Cualquier persona que me conozca dos segundos, sabría que ni debiéndole al fisco el ingreso de la Gordillo en un año lectivo, me aventuraría a tan peligrosa faena; lo que es más, ni siquiera soy reportera. Sin embargo, mi experimento me acarreo más de 100 followers, llenó mi time line y mi wall de mensajes de esperanza,  cadenas de oración, deseos de una larga vida, así como la saturación de mi bandeja de entrada con estrujantes mensajes de amor. El colmo: mi mejor amigo me habló por teléfono desde Dinamarca con voz temblorosa, para saber si me encontraba en pleno uso de mis facultades mentales. Sembré a propósito una mentira y se expandió como pólvora con delirantes variaciones (algunas fuentes aseguraron que yo me encontraba en Chipre). Este es el fenómeno de las redes sociales.

Las  líneas finales de Oh-Daesú en la cinta que sirve de marco a esta reflexión, nos obsequian esta perla: “Tal vez soy peor que una bestia, pero ¿acaso no tengo el derecho a vivir?”. Es correcto, hasta las bestias merecen vivir y que se comprueben sus errores y afrentas a la sociedad. No convirtamos a inocentes en víctimas o a nosotros mismos en victimarios. Seamos cuidadosos con lo que sale de nuestra lengua, cualquier rumor no fundamentado puede crecer como bola de nieve y no siempre saldremos inmunes.

*Old Boy es la segunda parte de la genial trilogía de la venganza del laureado director coreano Park Chan-Wook (Cannes, Stiges) ‘Sympathy for Mr. Vengeance’ y ‘Sympathy for Lady Vengeance’. Busquen los títulos, les firmo ante Notario Público que cambiará su vida de forma irreversible.

América Pacheco @amerikapa
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Oh sí, también en FACEBOOK

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