Oscar Fingal O'Flahertie Wills Wilde

domingo, 30 de enero de 2011

El soplo divino.


Un viejo recuerdo, un homenaje al aire



Él, es el soplo divino (más no sin el infernal aliento que le corresponde)
Él, es el hijo de la tierra, del sol y de la luna y de las estrellas
Él, es esa sombra que es más oscura mientras más alta es la luz.
Él, es esa misma luz que se ve mejor después de la penumbra.
Él, es el viento que arrastra el polvo, que lleva la hoja.
Él, es ese aire que viaja sin tiempo, pero con camino.

Él, es hijo, será padre, es nieto, será abuelo, es polvo y los nietos de sus hijos lo serán también.
Él, es un animal y espero no olvide nunca que aspira a dejar de serlo.
Él, es el camino que lleva andado y el ideal de terminarlo.
Él, es la fatalidad y se acompaña a cada minuto de su vida que se acaba.

Él, es para quien la cumbre bien puede ser el llano, para quien la gloria está en la paz y el destino está en sus manos.

Él, es el ideal de libertad encarnado en criatura, el amor luchando contra el odio del mundo por un ideal de igualdad.

Él, es la chispa de la vida que lucha contra su propia plenitud.
Él, es quien es amo y odio con todas mis fuerzas.
Él, es el niño y el viejo,  la mujer y el hombre.                          
Él, es la pasión, la razón y el coraje amordazados.
Él, es la música del silencio del universo de la mente. . . .
Él, es el poeta, el asesino, y el hijo cual doblega al otro.

Es ÉL, además de hacer la pregunta ¿por qué?

Él, es la sucesión de primaveras, de ayeres y mañanas.
Él es quien escoge si ha de ser dulce como abril, o tan insípido como el penúltimo mes.
Él, es quien pierde mucho por saber, pero más por querer saber.
Él, es mil caminos, quien todo lo purifica y todo lo turbia.
Al revolcarse en el lodo es parte del lodo y al recibir la luz, es capaz de darla.
Él, es un sueño, la frugalidad del amor y la maldad.

Él, es el soplo divino (más no sin el infernal aliento que le corresponde)
Él, es el hijo de la tierra,  del sol, de la luna y las estrellas.
Él es el viento que arrastra el polvo, la hoja.
Él, es ese aire que viaja sin cuerpo, pero con camino.

Él, es un sueño y el hijo de la tierra.

Y Dios y el Diablo. El arte y el universo.
Él, es  el hombre, y nosotros sus iguales.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya extrañaba tu apasionada -y sui géneris- prosa.
Ahora si...
Estás de vuelta!

@Shaulita

szalvador on 31 de enero de 2011, 11:55 dijo...

A mi se me salieron las lágrimas...

 

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