Compra discos, los colecciona, lee biografías de músicos, asiste a los conciertos. Por sus venas circula música. Y muchas veces ama aún más la música que los propios músicos. Canta canciones borracho y sobrio. Se levanta con la suave magia, y duerme escuchando sus discos favoritos. Conoce nombres de géneros musicales, de instrumentos y de quien los ejecuta, escucha el inimitable jazz, la salsa y a los cubanos, lo excéntrico, lo popular. El podía recordar cada momento de su vida en cada canción, pero . . .
llora en vez de tocar.
1 comentarios:
Me encantó!
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